
Hoy se cumplen treinta años de la constitución de los Ayuntamientos que salieron elegidos en las primeras elecciones municipales democráticas en España. Éstas tuvieron lugar dieciséis días antes, el 3 de abril de 1979. completandose así la instauración completa de la democracia en nuestro país.
De aquellos días merecen un recuerdo y nuestra admiración los hombres y mujeres (entonces eran muy pocas) que fueron capaces de asumir el reto de representar a sus vecinos. Muchos renunciaron temporalmente a su profesiones y ocupaciones privadas, dando la cara en unos ayuntamientos que, entonces, se alimentaban más de la ilusión que de la experiencia.
La voluntad de servir y resolver problemas fueron las banderas de aquellas personas junto con la disposición de los partidos políticos y los verdaderos protagonistas de aquel episodio: el pueblo, los ciudadanos. Todos apostaron decididamente por la democracia en las corporaciones locales en unos momentos difíciles y que estaban jalonados por la incertidumbre. Ellos abrieron el camino de la democracia en nuestros pueblos.
Los Ayuntamientos son una auténtica escuela de la política. En ellos se aprende a escuchar a los ciudadanos y a resolver los problemas inmediatos y cotidianos. No en vano son la administración más cercana al ciudadano y asumen competencias que no les corresponden (educación, sanidad, empleo...) para ayudar a los vecinos.
Creo que para ser presidente del Gobierno debería exigirse haber sido previamente concejal o Alcalde en tu pueblo. Por cierto, Zapatero no lo ha sido.
Pero debemos ser autocríticos y sabemos que quedan asignaturas pendientes como la distribución de competencias o la financiación local. Son asuntos que deben trabajarse, legislarse y garantizarse. No porque lo diga yo, sino porque de esa forma se garantiza a los ciudadanos que desde las corporaciones locales se les pueda dar la prestación de servicios de calidad que ellos merecen.
FELIZ CUMPLEAÑOS.