Estos días he tenido ocasión de estudiar una iniciativa ciudadana, muy conocida en Internet y que me ha llamado mucho la atención: El blog del Barrio de Los Rosales.
Este barrio se configura como una de las zonas más modernas y pujantes de la Coruña, que cuenta con una población prominentemente joven y de clase media.
En la comunicación y vertebración de sus intereses vecinales juega un papel importante el citado blog, que fue creado por dos vecinos y ha conocido un desarrollo exponencial en cuanto al número de colaboradores, de comentarios y de visitas.
Estas iniciativas generan gran implicación de los vecinos en los asuntos relevantes de su barrio y funciona como un elemento integrador de la comunidad. A través de él, los usuarios realizan actividades de colaboración, campañas de denuncia, foros de debate y otras muchas actuaciones que son interesantes para los ciudadanos.
Estos nuevos movimientos vecinales marcan la diferencia entre la vieja y la nueva forma de interpretación de la política municipal. Antes los políticos locales se obsesionaban con grupos de ciudadanos reducidos y muy beligerantes que obligaban a desarrollar políticas muy partidistas y de miras muy cortas.
El futuro ya está aquí y en él cobran especial protagonismo los ciudadanos que se integran en comunidades más activas y reivindicativas, interesadas e implicadas en la gestión municipal.
Ese es el reto que tienen -tenemos- ahora los modernos municipalistas: detectar los asuntos de interés, pulsar la satisfacción general o generar colaboración ciudadana.